El cabracho es un pescado de roca de carne blanca y firme y con muchas espinas (alguna de ellas venenosas, cuidado con no pincharnos con ellas) y con un color de piel rosada.
Este es un plato típico de la cocina asturiana. Es fácil de
encontrar en la carta y menús de las sidrerías y restaurantes asturianos como
entrante o primer plato.
Si no lo podemos comprar fresco en la pescadería también lo podemos encontrar en la zona de congelados de los supermercados. En la pescadería decimos que le quiten la cabeza al pescado, las
tripas y las escamas, ya que lo vamos a cocer entero.
Si queréis economizar el plato podemos prescindir de las
gambas, nos va a quedar rico igualmente, aunque con ellas el sabor es mucho más intenso.
La salsa de tomate como ingrediente es muy importante en esta receta. Debemos utilizar un tomate que tenga consistencia bastante espesa para que no nos quede líquido el pastel. Siempre utilizo el Tomate frito de la marca Hero en tarro de cristal porque me encanta su sabor y consistencia y además no contiene gluten, conservantes, acidulantes ni potenciadores de sabor. Si lo tenéis casero hecho por vosotros mucho mejor siempre que sea de consistencia espesa.
También es muy importante que la nata tenga el 35% de materia grasa, es decir, las que nos venden como para "montar" y no para "cocinar" que son más líquidas.
Ingredientes:
- · Una cabra o cabracho de unos 800 gr.
- · 6 gambas grandes
- · 1 diente de ajo y una ramita de perejil para cocer el pescado
- · 200 ml de nata liquida con 35% de materia grasa
- · 5 huevos de tamaño mediano
- · 180 gr de tomate frito Hero tarro de cristal
- · Medio pimiento rojo de tamaño grande
- · Pimienta blanca, nuez moscada y sal
Y así lo preparemos:
Empezamos cociendo el pescado. Llenamos un cazo con agua y le echamos una pizca de sal, un ajo entero pelado y una ramita de perejil. Metemos el pescado en el agua y cuando rompa a hervir lo dejamos unos 5 minutos. Lo sacamos a un plato para que enfríe para poder desmenuzarlo.
Cocemos las gambas en agua fría y sal, y nada más que rompa a hervir las dejamos 1 minuto. Las sacamos y las pelamos.
Al mismo tiempo, freímos el pimiento rojo con un poco de sal en una sartén con aceite abundante a fuego suave hasta que nos quede blandito. Lo sacamos y cuando enfríe un poco, le quitamos la piel. Aunque si queremos saltarnos este paso podemos utilizar pimiento de bote que ya esté asado y pelado. Pero como soy muy maniática para las cosas a mí me gusta fritito en su aceite.
Ahora que ya tenemos el pescado desmenuzado y limpio de piel y espinas, las gambas cocidas y peladas, y el pimiento frito y pelado lo reservamos en un plato. De esta forma irá escurriendo el líquido sobrante de la cocción.
Separamos las claras de los 5 huevos de las yemas para montarlas a punto de nieve y reservar.
Entonces ya podemos mezclar el tomate frito, la nata y las yemas de los huevos. Batimos bien con la batidora o robot de cocina para que se mezcle bien.
Añadimos las gambas, el pescado y el pimiento y batimos bien a una velocidad fuerte para que no nos queden grumos y nos quede textura de mousse.
Lo condimentamos con pimienta blanca, nuez moscada y sal rosa del Himalaya.
Y finalmente añadimos removiendo muy suavemente las claras a punto de nieve que tenemos reservadas.
Y ya está listo para el horno. Forramos un molde alargado con papel vegetal de horno para poder desmoldarlo fácilmente y lo metemos al horno precalentado durante casi una hora a 160 ºC.
Solo nos queda esperar a que enfríe y tener unos panecillos ricos para untar la mousse en el pan junto con vuestra mayonesa favorita.
Os animo a intentarlo y a disfrutar!!
Separamos las claras de los 5 huevos de las yemas para montarlas a punto de nieve y reservar.
Entonces ya podemos mezclar el tomate frito, la nata y las yemas de los huevos. Batimos bien con la batidora o robot de cocina para que se mezcle bien.
Añadimos las gambas, el pescado y el pimiento y batimos bien a una velocidad fuerte para que no nos queden grumos y nos quede textura de mousse.
Lo condimentamos con pimienta blanca, nuez moscada y sal rosa del Himalaya.
Y finalmente añadimos removiendo muy suavemente las claras a punto de nieve que tenemos reservadas.
Y ya está listo para el horno. Forramos un molde alargado con papel vegetal de horno para poder desmoldarlo fácilmente y lo metemos al horno precalentado durante casi una hora a 160 ºC.
Solo nos queda esperar a que enfríe y tener unos panecillos ricos para untar la mousse en el pan junto con vuestra mayonesa favorita.
Os animo a intentarlo y a disfrutar!!
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