jueves, 17 de diciembre de 2015

PASTITAS DE ALMENDRA SIN GLUTEN





Nueva versión de mis galletas de almendra y nata, aptas para celiacos, con cobertura de azúcar glas. 

Ideales para estas fechas navideñas. ¿Quien no suspira por comer un postre como este? Con esta receta, el problema está resuelto para tantas personas que no pueden permitirse degustar los polvorones y dulces navideños, que en estas fechas están a nuestro fácil alcance en tiendas y supermercados, debido a su contenido en gluten.

Así que con esta receta ya no tenemos motivo para privarnos del placer de un postre delicioso y sano, en el sentido de que está libre de gluten. 














INGREDIENTES:
  • 200 gr almendra molida
  • 250 gr harina sin gluten Schar "Mix C"
  • 140 gr harina arroz 
  • 40 gr Maizena
  • Una cucharadita pequeña de levadura en polvo sin gluten
  • Media cucharadita de sal rosa del Himalaya
  • 220 gr mantequilla a temperatura ambiente
  • 1 huevo M a temperatura ambiente
  • 55 ml nata Kaiku sin lactosa
  • 180 gr azúcar glass
  • Nuez moscada molida












PREPARACIÓN:



Hay que tener en cuenta, para que la masa no nos quede blanda, que la mantequilla debemos de incorporarla a la masa a temperatura ambiente, en forma de "pomada" o "cremosa" como dicen en México. 
Si la derretimos en el microondas, debemos evitar que nos quede en forma de líquido caliente.

    ¿Cuándo saber que la mantequilla está a temperatura ambiente? Cuando al tocarla con el dedo, éste se nos hunde ligeramente, pero aun sentimos que está un poco fría. 
    Para conseguir ésto, la sacaremos de la nevera, al menos, con media hora de antelación.



    Mantequilla a temperatura ambiente



    Tenemos que tamizar todas las harinas junto con la levadura .
    Si lo hacemos en Thermomix, metemos todo en el vaso y programamos 30 segundos a velocidad 6. 
    Si no tenemos el robot de cocina debemos de pasarlo todo por un tamiz o colador de malla fina.

    Sea cual sea el tamizado que se realice, la finalidad es airear la mezcla para que se integren con más facilidad los ingredientes, y así, retener en la malla del tamiz las impurezas que pueda tener el producto.


    La técnica es muy sencilla: Ponemos una fuente sobre la mesa, encima el tamiz o colador y dentro de éste las harinas. Cogemos el tamiz o colador con la mano, lo levantamos unos centímetros por encima de la fuente y lo movemos lateralmente con golpes secos de un lado a otro hasta que haya pasado toda la harina por él.


    Almendra molida 

    • Una vez preparados todos los ingredientes, emulsionamos ligeramente la mantequilla con el azúcar glas hasta que nos quede una crema blanquecina.


    Azúcar glass y mantequilla lista para batir

    • A continuación añadimos el huevo a temperatura ambiente y seguimos mezclando.
    • Añadimos la nata líquida y seguimos mezclando.
    • Una vez ligados todos estos ingredientes, añadimos nuez moscada recién molida. Esta vez, he decidido añadir a la masa nuez moscada recién molida en vez utilizar la vaina de la vainilla como otras veces. Estoy contenta con el resultado, nos ha gustado mucho.

    La masa con el huevo, la nata  y la nuez moscada incorporada.
    Aquí podéis observar la cantidad de nuez moscada que he
    utilizado
    • Finalmente incorporamos las harinas tamizadas y la sal, lentamente, lo justo para unirla al resto de la mezcla y que adquiera estructura.
    Debemos tener en cuenta el tacto que tenga la masa para saber cuándo debemos dejar de añadir la harina. Debe ser una masa suave, que no se pegue a los dedos y que no esté muy dura, para que la podamos aplanar correctamente con el rodillo. Existen diversos factores, como humedad, ambiente, marcas de productos, que hacen que las cantidades de harina que necesitemos para la receta sean diferentes en cada momento. 
    • Una vez que tengamos la masa lista,  la guardamos en la nevera para dejarla reposar envuelta en papel vegetal o si queréis en film transparente.


    La masa lista para guardar en la nevera envuelta en un papel vegetal


    • La envolvemos con el papel vegetal para protegerla del frío. La dejamos al menos 2 horas.


    La dejamos guardada en el papel vegetal lista para que repose en
    la nevera encima de un plato


    • Sacamos la masa de la nevera. Para trabajar la masa en la meseta vertemos sobre ella harina y la estiramos con un rodillo. Cortamos con los cortadores que más nos gusten hasta terminar toda la masa. Debe quedar un grosor de medio centímetro más o menos.
    • Encendemos el horno a 150 ºC para que caliente mientras cortamos las galletas. Y vamos metiéndolas en la bandeja del horno. Durante unos 12-15 minutos, cuando esté dorado el borde estarán listas.

    La masa estirada lista para ser cortada




    Felices y dulces postres!!!

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